La industria de las aerolíneas se basa en una simple ecuación: Cuantos más asientos se llenen, más dinero se gana. Es probable que las aerolíneas mantengan sus vuelos en funcionamiento, incluso si hay menos de diez pasajeros a bordo. Una situación que se vive semanalmente en algunos aeropuertos de Europa, es por qué los aviones a veces vuelan en «vuelos fantasmas», o vuelos que no llevan pasajeros.
Aerolíneas dispuestas a volar con pocos pasajeros
El sector del transporte aéreo es muy competitivo y las compañías aéreas se ven obligadas a menudo a lanzar vuelos no rentables con la finalidad de no perder su muelle de embarco en determinado aeropuerto con determinado horario. Esto se ha convertido en un problema porque este tipo de vuelos puede ser perjudicial para ellas tanto en términos de imagen como de dinero.
Igualmente, las aerolíneas tienen que pagar el combustible y los costes de la tripulación independientemente de si vuelan o no, así que tiene sentido que vuelen si pueden llenar aunque sea un pequeño porcentaje de asientos.
No solo es la rentabilidad
Las aerolíneas también intentan evitar demandas de clientes descontentos que debían viajar en un vuelo cancelado. Uno o dos asientos vacíos por vuelo no son un gran problema, pero cien asientos vacíos en un vuelo sí lo son. Probablemente, hay aerolíneas que mantengan sus vuelos en funcionamiento incluso si hay menos de 20% de pasajeros a bordo. Pero algunas aerolíneas han empezado a tomar medidas para evitar el problema de los vuelos vacíos.

Impacto ambiental
Esto está causando cierto impacto ambiental porque todavía están quemando combustible, a pesar de que no hay nadie a bordo para usarlo. Algunas organizaciones argumentan que esto causará una contribución innecesaria en las emisiones de carbono y empeorará el cambio climático, por esto muchos ecologistas preocupados por la huella de carbono que dejan estos vuelos comerciales han alzado su voz en varias ocasiones.
Posible solución
Los vuelos de avión suelen cancelarse por cuestiones meteorológicas o mecánicas, pero las aerolíneas también tienen un tercer motivo: la falta de demanda. Esto ya está en discusión con algunos aeropuertos, donde varias aerolíneas demandan horarios flexibles y que no le quiten las puertas de embarques que poseen, las aerolíneas podrían ajustar sus horarios de vuelo más fácilmente para adaptarse a las necesidades de cada vuelo en particular sin que se vean afectadas sus operaciones en los aeropuertos donde tienen establecido un horario y puerta de embarque determinada.